¿Sabes qué es la identidad digital?
¿Administras correctamente tu identidad digital? Tomemos unos minutos para reflexionar juntos sobre esa otra identidad que día a día construímos y no le prestamos tanta atención. La identidad digital abarca toda acciòn que realices o en la que se te involucre y que sea publicada en alguna plataforma virtual o red social. Constituye la imagen que creas de tì en internet o la imagen que otros se hacen de tí en la red.
Cada vez que aprietas el botón para decir me gusta estás dejando una huella digital. Los estudiosos de los datos y los robots que estudian conductas agrupan a los individuos según se patrón de acción y conducta con la finalidad de ofrecerles más productos y servicios que llenen sus requerimientos (previamente estudiados).
Los proyectos culturales y creativos no escapan de la realidad digital, de las ventajas y desventajas que ofrece el espacio virtual para crear comunidad, para la colaboración y promoción de ideas con rapidez, costos menos elevados e inmediatez. Es necesario estar en la red, actualizar los perfiles y hacerse notar por las razones correctas
¡Si no está en internet, su proyecto cultural no existe!
Un consejo sabio lo es separar la imagen o identidad personal de la imagen o identidad del proyecto, del artista o del gestor cultural ¿Por qué? porque los objetivos, los públicos y los resultados son diferentes. Salvo que tu arte o proyecto seas tú como persona individual es mejor desarrollar sitios por separado para temas personales y para temas profesionales.
No olvides que todos tenemos otra identidad que está compuesta por cada una de las publicaciones, noticias, me gusta, comentarios, fotografías, estados, búsquedas que realizamos, perfiles profesionales y personales y artículos que publicamos o compartimos. Con cada interacción digital estamos dejando huellas que le permiten a otros armarse una idea de quiénes somos en el mundo físico. Y es referencia para quiénes desean hacer negocios con nosotros, headhunters, clientes, investigaciones delictivas y más. De ti depende proyectar una imagen cónsona con la realidad o dejarla crecer sin controles. Sabiendo esto, la próxima vez que te enoje o deprima algo, no vayas a las redes a contarlo. Piensa dos veces y escoge las palabras, fotografías y respuestas a los tweets antes de apretar el botón PUBLICAR.
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Nos encontramos pronto